El término diversidad proviene del latín diversitas, y se refiere a la diferencia o a la distinción entre personas, animales o cosas, a la variedad, a la infinidad o a la abundancia de cosas diferentes, a la desemejanza, a la disparidad o a la multiplicidad.
En esta oportunidad pretendemos hablar de  diversidad haciendo referencia a la identificación de la persona con sus propias competencias, cualidades, características e intereses. La diversidad en términos de  identidad, ser fieles a nosotros mismos.  
Actualmente una segunda idea se abre camino más allá de la no discriminación, y es  que una mayor diversidad en el equipo puede incrementar la efectividad de una organización para conseguir sus objetivos, promover la mejora continua, aportar un mejor acceso a nuevos segmentos del mercado y aumentar la productividad.  Las distintas características de cada uno desde su área de contribución fortalecen y enriquecen a la organización. Los distintos estilos de trabajo, formaciones y edades permiten que la empresa siga su camino y logre crecer dentro de la sociedad de la cual forma parte.
En este sentido, la integración de la diversidad  opera como factor diferenciador y necesario en el actual entorno competitivo, tornándose fundamental realizar una adecuada gestión de la misma. Gestionar la diversidad se encuentra muy ligado con el proceso de identificación, lo que supone tener en cuenta las características e intereses de cada uno.
Un verdadero líder es quien facilita el proceso de  identificación y por lo tanto crea el sentido de pertenencia en la organización, promoviendo que todos se sienten parte de una misma cultura, más allá de las características personales,  los límites jerárquicos y de las funciones de cada uno. La competitividad desde el punto de vista de que el otro tiene algo que yo no encuentro o no reconozco en mi, se convierte en algo sano y motivador, en un impulso a aprender e integrar. Tal como afirma Stephen Covey: “La fuerza reside en las diferencias, no en las similitudes”.
Actualmente la gestión de la diversidad debe ser una estrategia básica de cualquier organización porque es en ella que se encuentran muchas oportunidades de aprendizaje, de mejoras en innovación y creatividad. También ayuda a mantener un crecimiento sostenido y a ser atractiva para las nuevas generaciones. No alcanza sólo con cumplir en cierta medida con las obligaciones legales en cuanto a selección y representación, sino que lo ideal sería adoptar un estilo de dirección que se encuentre en la búsqueda permanente de la diversidad por el valor añadido que ésta implica. Sería importante tener presente que las nuevas generaciones son personas emprendedoras y flexibles, con iniciativa, con gran capacidad para resolver problemas y arriesgarse a tomar nuevos desafíos. De la misma manera hay que tener presente que las personas con más edad cuentan con experiencias de vida y cierta estabilidad y compromiso que pueden complementar estas características. Desde nuestra experiencia como profesionales en el área de Recursos Humanos, consideramos que las empresas más exitosas y que tienen una gran estabilidad en nuestra sociedad son aquellas que cuentan con perfiles variados, personas de distintas carreras, edades, intereses y habilidades, como para poder formar de esta manera un equipo de trabajo lo más completo posible, logrando así adaptarse más fácilmente a las distintas situaciones y circunstancias, donde cada uno se encuentra en su área de fluir y aporta hacia  un todo.
Tal como menciona un artículo sobre Mejores prácticas de gestión de la Diversidad del Gobierno de España; “Es mejor estar preparados para una oportunidad y no tenerla nunca, que tener una oportunidad y no estar preparado”.

Recientes investigaciones revelan exitosos beneficios  tanto internos como externos para las empresas que mejoran la gestión de sus recursos humanos multiculturales. Dentro de las mismas se encuentran: “aumento de la eficacia innovación y creatividad, reducción de costos por rotación, atracción del talento, mejora en la motivación, comunicación interna y clima laboral, adquisición de nuevas capacidades en la gestión de recursos humanos (trabajo en equipo, flexibilidad), atracción de nueva clientela, contribuye una mejor imagen corporativa externa (modernidad, vanguardismo, compromiso responsable con la sociedad), incremento de la capacidad de adaptación al cambio”, entre otras.

Se considera  entonces, que  una correcta gestión de la diversidad, - interpretando esto como la capacidad de integrar diversas generaciones con sus estilos de trabajo, formas de pensar y expectativas, respetando y aceptando a cada uno de ellas,- se convierte en la clave del éxito de las empresas en el nuevo entorno competitivo.

Hasta la próxima!

Lic. María Beyhaut
mbeyhaut@entrust.com.uy